Es muy típico que nos enseñen desde que somos pequeños que, antes de comernos una fruta, sea cual sea, la tenemos que pelar y quitarle la piel. Pero es cierto que, cada vez más, hay una serie de preguntas planteadas que cuestionan esta teoría, ¿es bueno pelar todas las frutas?, ¿qué frutas deberíamos comer con piel y cuáles no? Si tú también eres de los que se hace estas preguntas, estás en el lugar adecuado, porque hoy hemos venido a resolverlas y a contarte toda la verdad.
Los beneficios de la piel de la fruta
Según algunos expertos, por lo general, es mejor comer la fruta con la piel debido a la gran cantidad de fibra que hay en esa zona; la fibra es muy beneficiosa para ayudar al tránsito intestinal, los problemas de estreñimiento y, en general, paliar los problemas intestinales. Recientes estudios han demostrado que, cuando la fruta está expuesta a los rayos del sol, la piel hace que ésta reciba nutrientes como los carotenoides, los cuales tienen cualidades antioxidantes y que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la aterosclerosis. Otra de las características de la piel de las frutas es que son prebióticas, es decir, sirven para alimentar nuestra flora digestiva y están asociadas con la prevención de cánceres digestivos, como el de colon.
A pesar de sus numerosos beneficios, cabe destacar que no todas las pieles de las frutas se consumen, aun así, aquellas que no se comen se pueden seguir utilizando para conseguir aprovechar sus nutrientes. Como por ejemplo hirviéndolas para hacer infusiones, uno de los usos más habituales para pieles no comestibles como las de los cítricos. Otro uso que se les podría dar sería rayarlas y servirlas como aliño de ensaladas. Un ejemplo de frutas de las cuales no se ingiere la cáscara, aparte de los ya mencionados cítricos, son aquellas que tienen pelo. La piel del melocotón o el kiwi, por ejemplo, no es malo consumirla, pero si es cierto que no es un tacto agradable en la boca.
Recomendación antes de comer las frutas o cualquier vegetal
Independientemente de si vas a consumir o no la piel, nuestra principal recomendación es que siempre limpies la fruta antes de comerla, por ejemplo, lavándola o humedeciendo un trapo y frotando. Esto es muy importante, ya que es muy posible que las frutas hayan estado en contacto, o tengan, pesticidas o herbicidas que pueden ser perjudiciales para la salud.
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